El primer jueves del mes de octubre se celebra el Día Europeo de la Depresión. La depresión es hoy en día uno de los problema de salud con un mayor índice de prevalencia en España ya que afecta al 40% de la población según el presidente de la Asociación Española de Psiquiatría (ASEPP). Además, según la OMS (Organización Mundial de la Salud), en el año 2020 la depresión será la principal causa de discapacidad en todo el mundo, sólo superada por las enfermedades cardiovasculares.
Con estos datos es evidente la necesidad de informar y concienciar a la población sobre la depresión, un trastorno que muchas veces se infravalora o se utiliza a la ligera.
En la sociedad actual nos han vendido que nuestro máximo objetivo en la vida es ser felices, siempre, a cada instante. Parece que nos han negado la necesidad de estar tristes porque se supone que la tristeza es algo malo. Sin embargo, la tristeza es tan buena como lo es la alegría. Cumple una función adaptativa para las personas, nos avisa de cosas y nos ayuda a gestionar mejor las situaciones o a cambiar aquello que no nos gusta. Como decimos, la tristeza en sí no es mala. Sin embargo, si la tristeza tiñe toda nuestra vida, nos afecta en las actividades de la vida diaria y no nos permite sentir más emociones es cuando se vuelve desadaptativa.
¿Qué es la depresión?
La depresión se caracteriza por un periodo de al menos 2 semanas en el que hay un estado de ánimo deprimido, pérdida de interés o placer en casi todas las actividades de la vida diaria, cambio de apetito (aumento o disminución de peso), falta de energía, problemas de sueño y/o pensamientos recurrentes de muerte o ideación suicida.
¡Pero ojo! porque aunque en adult@s se caracteriza por un estado de ánimo bajo, en niñ@s y adolescentes el estado de ánimo puede ser irritante o de enfado en lugar de tristeza, esto hace que muchas veces la depresión en niñ@s y adolescentes pase desapercibida. También hay que tener cuidado con las personas mayores al diagnosticarlas con depresión ya que muchos de los síntomas que se utilizan para clasificar la depresión son comunes en las personas mayores (pérdida de interés, cansancio, problemas de sueño, falta de apetito) y eso no significa que tengan una depresión. O viceversa, que las personas mayores sí que estén padeciendo una depresión pero no se detecte porque pensemos que son síntomas propias de la edad. De manera que ¿Estamos sabiendo cuidar a los mayores de la manera que merecen?
La depresión, a diferencia de lo que mucha gente cree, es uno de los problemas mentales más difíciles de tratar y de superar y uno de los más peligrosos para la persona ya que las personas con depresión tienen un alto porcentaje de intenciones suicidas. A pesar de ello, dejar de verlo todo negro es posible.