Vacaciones… cuánto nos ha costado llegar aquí: El trabajo o la angustia por no tenerlo, los problemas con los jefes, las preocupaciones, la rutina de todo el año, el exceso de obligaciones, el estrés… ¡Hora de desconexión!
Pero seamos sinceros, las vacaciones no siempre son sinónimo de maravilla. Para muchas familias, la presencia continua de los hijos e hijas en casa se vive con estrés y, en ocasiones, después de la primera semana, con agotamiento de los padres.
¿Qué hacemos con nuestros hijos estas vacaciones? Lo ideal es realizar actividades fuera de casa: ir al parque, a la piscina si hace calor, salir al campo, etc., y viajar o conocer lugares nuevos, que pueden estar cerca de nuestra residencia, sin necesidad de efectuar grandes gastos o desplazamientos.
Pero si nos quedamos en casa, podemos también jugar con nuestros niños y jugar a montones de cosas. Hay multitud de juegos para compartir en familia y con amigos: juegos de mesa, campeonatos de cartas, de ajedrez, damas.
Otros podemos crearlos nosotros mismos. Por ejemplo, un día podemos comentar de qué estamos más orgullosos, o qué nos ha gustado más de nosotros mismos, de lo que hemos vivido o realizado en el año. Se pueden poner preguntas o temas en las caras de un dado que hacemos de cartulina y cada uno va respondiendo a lo que le toque al tirar el dado. Incluso podemos escribirlo brevemente en papeles de colores y colocarlos en una cartulina o panel con un árbol dibujado y servir de hojas los papeles escritos.
Otro día puede ser el día de Carlos, o de papá, o de mamá, o de Irene, o de la abuela y cada uno escribe algo que le gusta de ella/él, incluida la protagonista del día. Podemos formar una flor con los pétalos-papeles de colores escritos y pegarlos en otro panel/cartulina.
Un día distinto, podemos jugar a pedirnos una cosa con cariño y el destinatario de la petición responde si está de acuerdo en acceder o no.
Disfrutar de las vacaciones con nuestros hijos puede ser sencillo, económico y muy gratificante.