¿Qué me responderías si te digo que tienes derecho a tener éxito? ¿Y si te digo que tienes derecho a superarte y superar a los demás? Quizá lo veas evidente. O quizá te sientas culpable por ello, te invada el miedo a no ser aceptado, a dañar al otro o a ser egoísta o mala persona.
Puedes desterrar tranquilamente la culpa. La clave está en la asertividad.
La asertividad es una parte de las habilidades sociales, que reúne las conductas o pensamientos que nos permiten defender los derechos de cada uno sin agredir al otro ni ser agredido y que nos permite ser más eficaces en nuestra vida social.
Una de las razones por la cual somos poco asertivos es porque, en gran medida, ya sea por educación o por otra serie de circunstancias, está en nuestro pensamiento que no tenemos derecho a defender nuestros sentimientos, opiniones, valores y creencias.
Te mostramos a continuación tus derechos asertivos. Cuelga la lista en la nevera, léela todos los días y disfruta del cambio:
- tengo derecho a ser tratado con respeto y dignidad
- Tengo derecho a tener y expresar mis propios sentimientos, opiniones, valores y creencias
- Tengo derecho a ser escuchado y tomado en serio
- Tengo derecho a juzgar mis necesidades, establecer mis prioridades y tomar mis propias decisiones
- Tengo derecho a decir no o rechazar peticiones sin sentirme culpable o egoísta
- Tengo derecho a pedir lo que quiero
- Tengo derecho a cambiar de opinión, idea, línea de acción o forma de vivir y sentir las cosas
- Tengo derecho a cometer errores y a que me perdonen
- Tengo derecho a pedir información y a ser informado
- Tengo derecho a obtener aquello por lo que pagué
- Tengo derecho a ser independiente y a hacer las cosas a mi manera
- Tengo derecho a decidir qué hacer con mis propiedades, con mi propio cuerpo, con mi tiempo, etc.
- Tengo derecho a tener éxito
- Tengo derecho a gozar y disfrutar
- Tengo derecho a mi descanso y aislamiento
- Tengo derecho a superarme y a superar a los demás
- Tengo derecho a ser resolutivo y a no estar pendiente en todo momento de la buena intención de los demás
- Tengo derecho a sentir y expresar dolor
- Tengo derecho a ignorar los consejos
- Tengo derecho a no justificarme delante de los demás
- Tengo derecho a responder a las preguntas o no hacerlo
- Tengo derecho a no responsabilizarme de los problemas de los demás
- Tengo derecho a no anticiparme a los deseos y necesidades de los demás
- Tengo derecho a hacer menos de lo que humanamente somos capaces de hacer. A no tener que esforzarme en todo. A decidir cuándo detenerme y cuándo continuar
- Tengo derecho a tomarme el tiempo que necesite para calmarme, tranquilizarme y pensar
- Tengo derecho a sentirme bien conmigo mismo
- Tengo derecho a protestar cuando siento que se me trata de manear injusta o inadecuada y a pedir una rectificación, el reconocimiento de los daños y/o una compensación
- Tengo derecho a tener mi propio ritmo y mis etapas
- Tengo derecho a que se me reconozca un trabajo bien hecho
- Tengo derecho a decidir no ser asertivo ni sentirme inferior