Si calificaras de 0 a 10 ahora mismo tu capacidad de elogiar y expresar cariño a tu pareja ¿qué nota te pondrías? ¿Has suspendido? No te preocupes. Lo cierto es que todos tenemos cierta tendencia al critiqueo, a señalar más lo que no nos gusta de nuestra pareja que a elogiar aquello que nos encanta de él o de ella. Si a esto le unimos el desgaste de la convivencia o la temida rutina, probablemente nos estemos olvidando de intercambiar palabras o gestos cariñosos.
Hay quien piensa que los elogios no son necesarios, que se dan por entendidos, que suena a “hacer la pelota” o incluso a manipular a la pareja para conseguir algo. Sin embargo, la capacidad de hacer elogios y expresar cariño eleva el clima positivo de la relación, la calidez y la ternura. Son vitaminas para la relación.
¿Cómo llenamos entonces de vitaminas nuestra relación? En 4 sencillos pasos:
- Anota en una hoja o cuaderno tu capacidad de elogiar y expresar cariño a tu pareja de o a 10.
- Trae a la memoria los últimos elogios, frases agradables, expresiones de cariño, caricias, besos y abrazos que le hayas regalado. Escribe cuándo lo dijiste, qué pasó antes, qué sentiste tú, qué crees que sintió tu pareja, cómo respondió tu cuerpo (muy importante hacer presente al cuerpo y a nuestras emociones) y qué pasó después: qué consecuencias o fruto dio tu gesto cariñoso o elogio.
- Ahora haz lo mismo en otra página con los últimos elogios y expresiones de cariño de tu pareja. ¿Qué sentiste? ¿Cuál fue el resultado?
- Haz halagos o algún cariño a tu pareja al menos una vez al día.
¿Quieres más vitaminas? Si vuelas hacia atrás y recuerdas los primeros momentos de tu relación, vendrán a tu memoria ocasiones en las que cada cual le dijo e hizo cosas agradables al otro, que produjeron una atracción que derivó en la actual relación que mantienes. Nuestros cerebros tienen eso grabado. Podemos refrescarlo, dar permiso para volver a decirlo y hacerlo y disfrutar de nuevo de los “efectos”.
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